Diálogo con la Conciencia Crística el 4/06/2019
Canalizado por Alejandra Perabeles, Paraguay
¿Es real toda esta venida de catástrofes y cambios estructurales tanto
en el planeta como en las instituciones como la Iglesia?
Sí mi niña, es real, tan real como el sol que te está golpeando por la espalda, tan real como tu sombra proyectada por el mismo fenómeno. Tan real como el vuelo de la mariposa.
El Apocalípsis como ustedes le llaman se ha vivido permanentemente en el centro de los corazones. Sin embargo, en el colectivo existe un verdadero apocalípsis que volverá a marcar el principio de los tiempos. Y no digo el fin, porque lo que más importa es el principio y si para ello tiene que haber un fin, pues lo acontecerá sin lugar a dudas.
¿Está tan próximo como para ser visto y vivido en esta última
generación que estoy viviendo?
Esos saberes ni yo mismo lo sé, es como cuando un cuerpo infantil tiene su proceso de evolución y desarrollo, pero no podemos saber a ciencia cierta cuándo es que le aparecerá su primer vello del bigote o a una niña su primera menstruación. Es solamente su reloj interno, sus organismos que al estar coexistiendo e intercambiando “saberes” llegarán al grado tal de su desarrollo, pero nunca lo podremos asegurar con fecha y hora exacta.
Es evidente que el nivel de desarrollo colectivo y de la Tierra ha pasado por sus etapas de madurez y desarrollo, cada vez se acerca al punto de su “plenitud”. Sin embargo, eso pasará sólo cuando ella comience a “ebullir” en las manifestaciones esperadas.
Estos acontecimientos pueden desencadenar una serie de eventos que conllevarán al declive social humano. Todo está llegando a su punto de ebullición: los valores sociales, la familia, el clima, la contaminación, la ira y el rencor, el crecimiento tecnológico exacerbado. La falta de fe, esperanza y caridad.
Todo, todo va haciendo que el huracán llegue a su forma para comenzar a tomar mayor velocidad y así desencadenará la serie de hechos y acontecimientos, unos esperados (predichos) y otros tanto inesperados.
Ante el caos y la desolación, el ser humano encuentra su verdadera naturaleza, se despojará del ego y podrá reinar la verdadera esencia del corazón crístico en todo su esplendor y ese será el tiempo en el que sus corazones puedan albergarse, yo de esa forma escucharé el llamado para por fin descender y ocupar mi Reinado en este Planeta.
Yo formaré un solo cuerpo Crístico en sus corazones.
En este momento estoy fuera y me manifiesto “fractalizado”.
En el principio de los tiempos reinaré desde el conjunto, desde la UNIDAD.
Comments